Por Yolanda Brito Navarro
Cuando el Che exponía la necesidad de luchar contra el burocratismo, estaba alertando sobre un implacable virus que podía minar las bases mismas de una construcción revolucionaria.
Este flagelo burro-crático también es un obstáculo para avanzar hacia el socialismo bolivariano, y es notable, para quienes en pleno ejercicio de los lineamientos revolucionarios, hacemos vida (o sobrevivimos) dentro de la estructura de un Estado socialista con instituciones burguesas. De allí la idea de garabatear unas líneas para recoger lo que es lugar común en las tertulias interministeriales, las anécdotas idénticas sobre jefes pseudocuartorepublicanos con matices gatopardianos y las prácticas adecopeyanas de los funcionarios del “Poder Popular”.
Es preocupante que mientras formamos una base popular de obreros y estudiantes con un nivel de conciencia de clase como los que tuve el placer de escuchar en la UBV, con motivo de la Conferencia Cimarrones y Juventud Libertaria ; o como los camaradas que abandonan los claustros ministeriales, y se dedican a negocios propios que compaginan con el trabajo comunicacional socialista; sigamos dependiendo de niveles medios obstaculizadores de una construcción de un mundo mejor y posible.
Espero poder rayar algunas páginas con retazos de la experiencia de ser una Mancha Roja en Ministerios burocratizados, y hacerlo con algo de humor, que al fin y al cabo es la energía que evita a los venezolanos caer en suicidios y patologías psiquiátricas. Quizás crear un glosario con los personajes recurrentes que nos atacan a diario, entre los que me arriesgo a perfilar:
1. El Photofinish: nunca lo vemos trabajando, pero siempre aparecerá durante la sesión de fotos con personajes de poder.
2. El Comando Pendrive: funcionario que recaba información de primera mano de varios analistas, la edita y la presenta como propia.
3. El Efectivo Aparente: siempre anda con papeles en las manos, el escritorio lleno, dice que no puede atender al soberano, siempre se queja de que trabaja muchísimo, y no aguantaría una medición de gestión.
4. El Jefe Escuálido Encubierto: dice a vox populi que prefiere trabajar con escuálidos porque rinden más que los chavistas.
5. El Pantalla Roja: personaje que usa la camisa y símbolos rojos como patente de corso, para simular delante de los jefes que es un “cuadro” del proceso.
6. El Amigo: es uno que no necesita credenciales, ni siquiera trabajar, para obtener un puesto con algo de poder. Solo por ser amigo de…
Y pare usted de contar ñero, dirían por La Isla de Margarita, el tema da para mucho, y espero que sea como el socialismo, construcción colectiva, un punto de encuentro en el que nos veremos y descubriremos que nuestras instituciones son como el mundo de Alicia de Lewis Carroll, pero sin sus maravillas; que los pseudorevolucionarios tienen mucho poder y capacidad histriónica sólo comparable con la de los mayores personajes del cine internacional (pasan de un discurso socialista, a tratar a los empleados como el peor de los terratenientes capitalistas); un mundo laboral en el que el Comandante eleva preces por el Poder Popular, los Consejos de trabajadores y estudiantes, por la voz campesina, obrera y originaria, mientras los principales ejecutores dan rienda suelta a su regodeo con el consumismo, el poder y la corrupción.
Quizás y sólo quizás, como todos los procesos benéficos para el ser humano (a pesar del deseo inconsciente de autodestrucción de la sociedad occidental), perviva el proceso socialista alimentado por las bases, que posiblemente relegadas a nichos de resistencia puedan preservar lo alcanzado y protegerlo de los falsos apóstoles que gozan de un ingreso público para lacerar el corazón de la voz de Dios, el Pueblo.
Quedo pues, hecha oídos a sus garabatos, a sus desilusiones superadas, a sus ingeniosas salidas, para seguir siendo revolucionarios en ambientes hostiles (como nuestros Ministerios), a las cuitas ahogadas en el cuello para no incitar a los jefes a “botarnos por opinar”…. Espero que transcribir nuestras experiencias (noveladas, no sea que en verdad nos despidan), las autocríticas, las soluciones y los sinsabores pueda servir como siempre para mostrar de que estamos hechos, del ingenio del barro de una Tierra de Gracia, sin sangre de horchata en las venas, con roja flama en los ojos y un espíritu hacedor de visiones.
No basta criticar, necesario es actuar.
Quien no hace nada, debería ser capaz de callarse.
(Dos frases de mi arsenal particular)
yolandambrito@gmail.com