Hace unas semanas mi camarada Mario Ernesto Peña publicó en APORREA y en la web del CIRCULO BOLIVARIANO de París que coordina nuestra amiga Claude Marysse Richard, un artículo muy reflexivo sobre el significado del 11, 12 y 13 de abril del 2002.
Cuántas cosas se han escrito sobre esos intensos días de nuestra historia? Desde anécdotas hasta ensayos y caracterizaciones de ese capítulo estelar donde pueblo y Fuerza Armada patriótica rescataron a la Constitución Bolivariana como al Comandante Presidente Hugo Chávez de un modo vertiginoso. Eso es historia ilustrada, cantada y escrita y, sin duda, nutre de orgullo y valentía a la Venezuela que se libró del zarpazo facista en menos de lo que canta un gallo.
El artículo de Mario viene a cuento en ELEFANTEBOCARRIBA porque es un texto, digamos, especular.
Todos los días son 11, 12 y 13. Los traidores entran y salen por el espejo y nadie lo ve, excepto ellos.
Se visten de rojo o se desanudan las corbatas porque se pueden quedar sin respiración y morir de muerte súbita de tanta corrupción empalagosa y descarada en sus despachos.
Estamos jodidos, aunque a esos hijos del ONCE, golpistas y de baja ralea, que se engalanan disimulando su condición bolivariana, les sale el OJO AVISOR del DOCE, de la conciencia revolucionaria y popular, nacionalista y patriota, que los vigila y los cacha hasta que les propinE su TRECE: que es la fueza real y transformadora, vigilante y valiente, capaz de no dejarse arrebatar lo que hemos conquistado.
Ya publicaremos el artículo de Mario para que no crean que estamos hablando paja.